Consuma una variedad de alimentos saludables: Es importante asegurarse de incluir una variedad de alimentos en su dieta para obtener los nutrientes que necesita. Esto incluye frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables.
Limite el consumo de alimentos procesados: Los alimentos procesados a menudo contienen altas cantidades de grasas saturadas, sal y azúcares añadidos, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. Intente limitar el consumo de alimentos procesados y en su lugar, elija opciones más saludables y frescas.
Manténgase hidratado: Beba suficiente agua durante todo el día para mantenerse hidratado. El agua ayuda a transportar nutrientes y eliminar los desechos del cuerpo. Además, evite las bebidas azucaradas y con cafeína, ya que pueden aumentar la deshidratación.